Las infecciones de transmisión sexual (ITS) suponen la segunda causa de enfermedad infecciosa en Europa, por detrás de las infecciones respiratorias. El incremento de casos de ITS que ha tenido lugar en España en los últimos años puede constituir un problema grave de salud pública si no es posible consolidar diagnósticos y tratamientos precoces generalizados.
Las ITS llevan más de diez años aumentando en número de casos, a la vez que disminuyen las infecciones por VIH.
En 2019 se notificaron más de 36.000 diagnósticos de ITS, observándose un aumento significativo con respecto a los años anteriores. Tras la disminución de casos experimentada en 2020 debido a la pandemia de COVID-19, en 2021 continuó la tendencia creciente, registrándose más de 43.000 casos. El patrón por sexos muestra una mayor afectación en los hombres. Sin embargo, la infección por Chlamydia trachomatis presenta tasas más elevadas en mujeres, especialmente menores de 25 años. Su relevancia estriba en sus secuelas a largo plazo, ya que en la mayoría de los casos son asintomáticas y no son tratadas.
En cuanto a la edad, se producen más casos entre los 25 y 34 años, dado que a partir de esa edad se registran menos contagios por la estabilización de las parejas sexuales.
En términos generales, se puede observar una tendencia al aumento de casi el 20 % de casos de infección gonocócica desde 2010, del 18 % de infecciones por C. trachomatis desde 2016 y del 8,5 % de sífilis desde 2014.
Las ITS son infecciones producidas por bacterias, virus, protozoos y ectoparásitos, mayoritariamente transmitidas por vía sexual. Existen más de 30 especies diferentes que se transmiten por contacto sexual, pero también a través de contacto sanguíneo (transfusiones, intercambio de jeringuillas, etc.). De entre ellos, los patógenos principales agentes causantes de ITS son:
Las ITS implican la presencia de un patógeno de transmisión sexual que puede dar pie a la aparición de una enfermedad. De este modo, se habla de Enfermedades de Transmisión Sexual cuando el patógeno desencadena una patología específica.
La vía sexual, incluyendo el sexo vaginal, oral, anal o el contacto directo con piel o mucosas es la vía principal de transmisión de las ITS causantes de clamidiasis, gonorrea, sífilis, tricomoniasis e infección por VIH, entre otras.
El aumento del número de ITS responde a un conjunto de causas que a menudo se interrelacionan. Entre ellas destaca el cambio en los patrones de comportamiento sexual, con un aumento en las relaciones sexuales y del número de diferentes parejas y con prácticas sexuales de riesgo. A ello contribuyen la pérdida del miedo a la infección por el VIH, el escaso conocimiento que hay sobre estas infecciones y la falta de educación sexual entre la población. Viajes y turismo
En cuanto a las prácticas de riesgo, los fenómenos como el “chemsex”, consistente en el uso de drogas estimulantes y disociativas con el fin de tener relaciones sexuales por un período continuado en el tiempo, son cada vez más frecuentes. Estas prácticas de riesgo pueden facilitar la transmisión del VIH y otras ITS.
Por otro lado, las infecciones asintomáticas también pueden determinar un aumento de las ITS. Es el caso de la clamidiasis, donde aproximadamente un 70 % de los hombres y un 50 % de las mujeres con infección por Chlamydia trachomatis no presentan síntomas. Estos individuos serán muy probablemente no diagnosticados y no tratados y potencialmente transmisores de la infección.
El manejo de las ITS, desde su diagnóstico precoz hasta su tratamiento y seguimiento posterior, es esencial para preservar la salud sexual y reproductiva de la población.
El acceso al diagnóstico es un aspecto esencial en el manejo de las ITS que permite la detección precoz y, por tanto, disminuye el riesgo de complicaciones asociadas.
De igual modo, el tratamiento precoz de las ITS puede ser determinante para evitar el desarrollo de patologías o complicaciones.
En la actualidad, todas las ITS cuentan con un tratamiento que, en algunos casos controlan la replicación del agente causante (VIH o herpes anogenital) y en otros casos pueda erradicarlo (bacterias, protozoos y parásitos).
Los medicamentos como la ceftriaxona, la doxiciclina, la penicilina, la moxifloxacina y los nitroimidazoles constituyen tratamientos que se han mostrado efectivos en casos de gonorrea, clamidiasis, sífilis, infección por Mycoplasma genitalium y tricomoniasis, respectivamente. Sin embargo, la resistencia a los antimicrobianos limita las terapias orales en algunos casos de gonorrea y Mycoplasma, no existiendo curación disponible para el herpes genital.
Para prevenir las ITS es importante que las instituciones sanitarias lleven a cabo campañas de prevención y concienciación, especialmente destinadas a la población más joven que todavía no se ha iniciado en la práctica de relaciones sexuales.
En este sentido, las recomendaciones que pueden contribuir a reducir los casos de infecciones de transmisión sexual pueden ser de carácter muy diverso:
Por otro lado, ante la aparición de síntomas se debe acudir a un centro de salud o centro de ITS para realizarse una revisión.
Estos síntomas incluyen en mujeres:
En hombres:
Fuentes
Qué hacer ante el aumento de infecciones de transmisión sexual
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) suponen la segunda causa de enfermedad infecciosa en Europa, por detrás de las infecciones respiratorias. El incr
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2024-02-20
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