El día 5 de junio se celebra el Día Mundial del medio ambiente. No debemos olvidar la relación entre el medioambiente y la salud humana, especialmente marcada en la actualidad por el cambio climático, que puede afectar de forma notable a gran parte de la población mundial.
La relación entre la salud humana y el medio ambiente es compleja y multifactorial. Además de los impactos directos en la salud, el medio ambiente también puede tener un impacto en la salud mental y el bienestar de las personas.
La salud y el medio ambiente están estrechamente relacionados, siendo muchos los factores que interaccionan directa e indirectamente con los seres vivos, incluyendo los humanos. El aire que respiramos, el agua que bebemos, el entorno de trabajo o el interior de los edificios tienen una gran implicación en nuestro bienestar y nuestra salud.
La Organización Mundial de la Salud estima que cerca de una de cada cuatro enfermedades y una de cada cuatro muertes son atribuibles a factores relacionados con el medio ambiente.
Existen diferentes factores de riesgo a través de los cuales el medio ambiente puede influir en nuestra salud. Todos ellos pueden clasificarse en función de diferentes criterios:
Veamos de manera más detallada alguna característica de los factores de riesgo ambientales más relevantes:
La contaminación del aire supone un importante riesgo medioambiental para la salud. Durante las últimas décadas, en Europa se ha producido una reducción significativa de las emisiones de muchos contaminantes atmosféricos, si bien la concentración de algunos de ellos, especialmente en las áreas urbanas, sigue siendo elevada, con un elevado riesgo para la salud.
La exposición a contaminantes del aire puede tener un impacto negativo en la salud, especialmente en los sistemas respiratorio y cardiovascular. Sustancias como el dióxido y monóxido de carbono, el ozono, los óxidos de nitrógeno y las partículas en suspensión (PM) pueden aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, asma, bronquitis crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y algunos tipos de cáncer.
El agua es imprescindible para la salud humana. No solo es necesaria el agua potable sin contaminación para beber, también se requiere agua de calidad para el baño (playas, lagos, embalses y piscinas), para regar y para otros usos públicos.
De este modo, la exposición a contaminantes del agua, como los productos químicos industriales, los metales pesados y los patógenos, puede tener un impacto negativo en la salud. Estos contaminantes pueden causar enfermedades como diarrea, fiebre tifoidea, hepatitis, enfermedades cardiovasculares y cáncer, entre otras.
La contaminación química derivada de la actividad humana, como la constituida por los productos químicos tóxicos presentes en el suelo, pueden contaminar los alimentos que se cultivan en él, dando lugar a la aparición de enfermedades y envenenamientos.
Además, la proliferación de patógenos transmitidos por vectores naturales (dengue, chikungunya, zika, fiebre del Nilo occidental, malaria, etc.) son elementos muy ligados a modificaciones del medio ambiente y a las condiciones climáticas.
La degradación del medio ambiente, incluyendo la deforestación y la pérdida de biodiversidad, también puede tener un impacto negativo en la salud humana. La pérdida de la biodiversidad puede aumentar el riesgo de enfermedades transmitidas por vectores, como el paludismo y la fiebre del Nilo Occidental, ya que puede cambiar la dinámica de los ecosistemas y la distribución de enfermedades.
Las radiaciones que están presentes en el entorno también presentan una incidencia sobre la salud humana. En lo relativo a la radiación ultravioleta proveniente del sol, pequeñas cantidades son esenciales para la producción de vitamina D. Sin embargo, la sobreexposición puede provocar efectos en la salud, especialmente en la piel, los ojos y el sistema inmune.
El nivel de exposición a campos electromagnéticos derivados de la actividad humana también es un elemento a considerar cuando se analiza el impacto sobre la salud. Noticias sobre futbol y del Cadiz
El ruido ambiental comprende el sonido no deseado o nocivo generado por la actividad humana. Esto incluye el ruido emitido por los medios de transporte, el tráfico rodado, ferroviario y aéreo y por actividades industriales, entre otras fuentes.
La exposición al ruido es un factor de estrés orgánico que se manifiesta fisiológicamente en aumentos de la presión arterial, alteraciones de la frecuencia cardíaca y vasoconstricción. Además, la exposición continuada al ruido también puede tener efectos sobre la salud y el bienestar psicológico.
Nuestra dependencia absoluta del medio ambiente nos hace vulnerables a los grandes cambios ambientales, como pueda ser el actual cambio climático. Se trata de un proceso con importantes consecuencias sobre la salud de las personas, originando severas alteraciones en los ecosistemas y en la salud de las poblaciones humanas.
Entre los efectos directos del cambio climático se encuentran las olas de calor y frío, y los eventos meteorológicos extremos que dan lugar a inundaciones y sequias, entre otros.
Los efectos indirectos del cambio climático también tienen gran repercusión sobre la salud, destacando el aumento de la contaminación atmosférica, la mayor presencia de alérgenos aéreos, el cambio en la distribución de vectores de enfermedades infecciosas, o la menor disponibilidad de agua, junto con la inseguridad alimentaria.
En este sentido, la OMS calcula que el cambio climático causará unas 250.000 defunciones adicionales al año entre 2030 y 2050 como consecuencia de las modificaciones en las características de las enfermedades.
Por otro lado, aunque el calentamiento mundial puede tener algunos efectos beneficiosos localizados, como una menor mortalidad en invierno en las regiones templadas y un aumento de la producción de alimentos en determinadas zonas, los efectos globales para la salud del cambio climático serán probablemente muy negativos.
Finalmente, el aumento de la desertificación y la sequía representan una seria amenaza para la salud de las personas. Sus impactos se producen principalmente por la escasez de agua, el empeoramiento de su calidad y el aumento del número y dimensión de incendios. Todo ello con una importante repercusión en la economía, la salud y el medio ambiente.
Las situaciones de bloqueo atmosférico asociadas al cambio climático determinan una menor difusión de contaminantes primarios en la atmósfera de las zonas urbanas, con el consiguiente aumento de los niveles de estos, principalmente óxidos de nitrógeno y PM. Las altas temperaturas junto con estas situaciones de bloqueo y la alta insolación provocan además un aumento de los niveles de ozono, con el consiguiente impacto en salud añadido de este contaminante.
Diferentes organismos internacionales monitorizan los efectos en la salud que pueden surgir por la contaminación ambiental. En España, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico cuenta con Comisiones y Planes Nacionales para el Cambio Climático. El Protocolo de Kioto es un acuerdo internacional que tiene por objeto reducir las emisiones de gases invernadero, y se encuentra dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. La Agencia Europea del Medio Ambiente cuenta además con proyectos para paliar los posibles efectos del cambio climático.
Todos estos organismos, promueven medidas para proteger el medio ambiente y promover la salud humana, especialmente para las comunidades más vulnerables.
Estas medidas pueden incluir la regulación de emisiones y contaminantes, el fomento de prácticas sostenibles en la agricultura y la industria, y el acceso a servicios de salud y educación sobre los impactos del deterioro del medio ambiente en la salud humana.
La promoción de la salud ambiental y el desarrollo sostenible son dos áreas clave para abordar la relación entre la salud humana y el medio ambiente. La salud ambiental se centra en la prevención y el control de los factores ambientales que pueden afectar la salud, mientras que el desarrollo sostenible busca equilibrar las necesidades de la sociedad con la protección del medio ambiente.
Fuentes
Cómo repercute el medio ambiente en la salud
El día 5 de junio se celebra el Día Mundial del medio ambiente. No debemos olvidar la relación entre el medioambiente y la salud humana, especialmente marca
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2024-05-21
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